El Dolor crónico o persistente se caracteriza porque el dolor persiste y no posee la función de alerta del dolor agudo. Se considera crónico cuando perdura o se repite por 3 a 6 meses. En cuanto al daño de tejido, es crónico cuando dura más de un mes después de la resolución de la lesión aguda o cuando acompaña a una lesión que no se quita.
Como el dolor crónico provoca desesperación y desesperanza en el paciente, éste tiende a automedicarse, desconociendo la magnitud de los los efectos colaterales. Los analgésicos y anti-inflamatorios pueden causar dependencia física, hipertensión, gastritis, hepatitis. Además, el uso abusivo puede causar muerte.
PARACETAMOL: Puede aumentar el riesgo de presentar crisis de asma, además de aumentar la posibilidad de desarrollar problemas gastrointestinales.
DIPIRONA. Puede causar problemas cardíacos, reacciones cutáneas y sangramientos gastrointestinales. Y a veces puede alterar la presencia de glóbulos blancos.
OPIOIDES: Pueden causar dependencia química, dolores abdominales, náusea, vómito, vértigo y somnolencia.
Cada vez existen más evidencias que sostienen la eficacia métodos naturales que reducen dolor crónico y agudo. Destacan la Acupuntura, Auriculoterapia y Laserterapia (Fotobiomodulación).
De acuerdo con los estudios, el mecanismo de acción de la Auriculoterapia es la estimulación de neurotransmisores: endorfinas (analgésicos), serotonina, dopamina, entre otros. A saber, estimula el funcionamiento celular a nivel del sistema nervioso central, pero también actúa en el sistema nervioso autónomo.
En cuanto al Laser, es una herramienta importante para diversos tipos de tratamientos y su aplicación se destaca principalmente por sus efectos anti-inflamatorios y analgésicos. El efecto terapéutico de la luz ha dado origen a la técnica Laserterapia. El método de ahora es no invasivo, con aplicación sobre la piel. Es ejecutado con irradiación extracorporal por medio ondas electromagnéticas roja y infrarroja en potencia de baja intensidad.
Las investigaciones indican que estos dos tratamientos modernos tienen la capacidad de tratar con eficacia:
En consecuencia, son métodos que ayudan a reducir el consumo de fármacos. También tienen la ventaja de que se pueden aplicar a personas que no pueden consumir analgésicos y anti-inflamatorios; no tienen efectos secundarios, no son invasivos; y se pueden aplicar a personas de todas las edades. A continuación muestro imágenes de la aplicación de estos dos tratamientos naturales.